Poesía: Pueblo Joven de Luis Hermoza
La presente selección de poemas es sólo una pequeña muestra de un ambicioso proyecto literario titulado Pueblo Joven del poeta Luis Hermoza (Lima, 1977).
A lo largo de los poemas, nos encontramos un tono de desencanto en el que predomina una sensación de desesperanza representada a través de la carga emocional de estas imágenes poéticas. En palabras de Luis Hermoza: “Pueblo Joven es una visión futurista cargada de pesimismo sobre nuestras civilizaciones que no tienen otro destino más que el caos. Parece paradójico, pero el ser humano, incluso con sus mejores intenciones, ha trabajado desde siempre para destruir, destruir su entorno y, en consecuencia, destruirse a sí mismo (…) Pueblo Joven es, pues, el libro de un pueblo que se está gestando en medio de ese caos, es un pueblo nuevo con costumbres, modos, creencias, traumas, obsesiones viejas, es decir, el pueblo de siempre.”.
Luis Hermoza es licenciado en Filología Románica por la Universidad de Barcelona. Realizó estudios en literatura hispanoamericana en la Universidad Católica del Perú. Vivió sus prime- 22 años en Lima, luego 11 años en Barcelona y actualmente radica en París. Dirige y edita la revista digital La Siega (www.lasiega.org) desde su fundación en 2004. En narrativa, tiene una novela inédita que quedó finalista del Concurso Queleer-Volkswagen 2008 (Barcelona) y en segundo lugar en el Premio de Novela de la Universidad Federico Villarreal 2008 (Lima).
Parte de Pueblo Joven
Había una lucha
en el cielo
la noche
nubes entrelazadas
el sonido del mar entrando y saliendo
peces muertos en la orilla escupiendo burbujas
buques de guerra como sombras de madres
lomas ardillas
viejos amigos ahogados flotando boca arriba de nuestras palabras
que el viento no llevó
que tragó la arena
el llanto de gaviotas
el grito de gaviotas
la risa de gaviotas bajando de la isla
sus alas plateadas y encendidas
por el fuego azul
de nuestros ojos
había coca cigarro
harto trago
y tú
y yo
sobre la arena
iii.
Acompañamos sus gritos al ritmo
de las palmas
Era domingo
poco se hace los domingos
Nos sentamos a esperar la lluvia
personas de cobachas lejanas vinieron con sus rostros familiares
cada una traía el suyo
El hambre tiene cara de zorro y el incesto piernas
de los coños más jóvenes bebimos vino
vimos arder el barrio
las calles y las avenidas
las esquinas donde las madres aguardaban un no se qué
que no supieron explicar nunca
La lluvia de fuego caía
cientos de estrellas soltadas por las aves
crearían cráteres en nuestros rostros
A golpe de piedra los hicimos entrar
nunca supe qué era lo que leían ni por qué estuvieron
allí
*
Podemos doblar barrotes con las manos
romper vidrios con los dientes
hacer polvo las rocas con los dedos
mover montañas
perforar paredes con el láser rojo de nuestros ojos
mandar de vuelta a casa las olas
las lluvias con sus tormentas bajo el brazo
la arena enloquecida con su vorágine en la espalda
las cumbres con sus barbas blancas en la maleta
derrumbar acantilados con la energía acumulada de nuestras palmas
derribar aves de hierro de un escupitajo
apagar volcanes con la orina
desviar tormentas con un soplo
incendiar bosques con un tronar de dedos
convertirlos en desiertos y los desiertos llenarlos de agua
secar los ríos
secar los lagos
bebernos hasta la última gota de las fuentes
eructar el pasado que comienza ahora
hacer vibrar las cuevas
hacer huir los animales
hacer caer los frutos verdes de un solo grito
hacer el amor cien veces antes de que la noche
caiga
ahogar en placenta cada una de nuestras cons-ciencias
apagar los remordimientos como una vela
mirar el horizonte saber que es nuestro
porque sí es nuestro n u e s t r o
que es lo mismo a MÍO pero
cuando se abre la tierra y nos traga
pero cuando se abre la tierra y nos traga
pero cuando se abre la tierra
y nos
traga