Marshall Marcus de su estrecha relación con el El Sistema de Orquestas de Venezuela
Me encuentro con Marshall Marcus en la entrada del Royal Festival Hall el segundo día del festival de Sounds Venezuela 2012. Hay cientos de personas y una atmósfera eléctrica en el vestíbulo de este centro cultural que múltiples veces ha dado la bienvenida a los músicos graduados de El Sistema: el programa educativo musical y social venezolano ya reconocido a nivel internacional. Marcus, el antiguo director de música del Southbank Centre y ahora director del programa Fundamusical de música barroca en Venezuela, sugiere que entremos al auditorio para tener nuestra conversación.
Vacío, vasto y en silencio, menos un arpista solitario que periódicamente ensaya los arpegios desde el escenario principal, el salón parece estar a mil kilómetros del ajetreo de afuera. Marcus, un hombre de presencia tranquila y muy gentil, complementa los sonidos del arpa con una explicación del objetivo fundamental de Sounds Venezuela: fomentar una relación íntima entre los jóvenes músicos venezolanos y sus colegas británicos. “Más bien es un símbolo de amistad que una serie de conciertos, Sounds Venezuela empezó en el 2009 cuando los venezolanos realizaron su primera visita al Southbank Centre. A partir de entonces quisimos invitar con un flujo frecuente a músicos Venezolanos a tocar entre nosotros. Hasta ahora, hemos recibido a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, la Sinfónica Juvenil Teresa Carreño, al Ensamble de Metales de Venezuela y el Cuarteto de Cuerdas Simón Bolívar.”
La idea principal de Sounds Venezuela es crear un diálogo entre ambos lados del Atlántico. Por esta razón, el Maestro José Antonio Abreu – fundador de El Sistema en 1975 – la semana pasada invitó a ochenta niños del programa musical escocés The Big Noise a Venezuela después de su concierto con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar en el castillo de Stirling. Marcus, un viejo amigo de Abreu, habla del Maestro en términos cariñosos y respetuosos. “El Maestro Abreu es un gran orador. De verdad hubo mucha emoción en todo el país cuando anunció que los jóvenes escoceses de Raploch iban a conocer El Sistema en Caracas. No hay otra cosa en el mundo como experimentar los mecanismos de El Sistema a primera mano.”
Por una parte, la experiencia única de participar en El Sistema se debe a la riqueza de los estilos musicales que se tocan en los núcleos, así llamados los centros musicales que se encuentran en los barrios más pobres de Caracas. Por sugerencia del Maestro Abreu, Marcus recién fundó una orquesta barroca en Venezuela e incluso importó más de cincuenta arcos barrocos. “El objetivo es introducir el fantástico repertorio barroco a todos los venezolanos. Existe un hambre de aprendizaje ahora en Venezuela. Aunque el estilo de tocar las piezas barrocas esté lejos de las costumbres musicales venezolanas, los músicos aceptan el reto con muchas ganas. Eso es lo que a mí me encanta en el proceso de enseñar en El Sistema.”
Además de experimentar con movimientos musicales no latinoamericanos, los músicos de El Sistema también sienten orgullo al interpretar su música nacional. “En Venezuela, la música folclórica forma parte de la cultura de todos. La música llanera, el harpa, el cuatro, el joropo, corren por la sangre de los venezolanos, son parte de la tradición familiar de la nación. Por eso muchas veces en los núcleos los niños más jóvenes de cinco años empiezan con la música folclórica. A pesar de la afiliación política o la situación económica de cada individuo, la música folclórica es un vocabulario compartido a nivel nacional.”
Para Marcus, esta familiaridad heredada del venezolano con la música ofrece una explicación para el éxito de El Sistema que ahora cuenta con unos 400,000 estudiantes a lo largo de Venezuela. La importancia cultural de la organización corresponde a su búsqueda de cambios sociales en la lucha para alcanzar la excelencia musical. “La relación entre el núcleo y la comunidad es muy fuerte. Los niños aprenden con sus profesores y con sus padres. Sus logros musicales siempre son un orgullo para su familia que muchas veces vive en condiciones desventajadas. Además, el núcleo es un lugar con mucha potencia, un lugar que reúne a todos los habitantes del barrio de una manera muy orgánica. No es como aquí, en Europa, donde a veces no existe esa relación natural entre el estudiante, la familia, y la comunidad. En Venezuela el encuentro musical junta estas tres entidades de una manera natural, así formando vínculos entre la calle y el concierto.”
Le pregunto a Marcus acerca del futuro de El Sistema, que además de unir a toda Venezuela ya ha visto programas replicados en otros países. “La expansión de El Sistema es algo que ocurre naturalmente. Como dice el Maestro Abreu, es el ser y no ser todavía; un sentido de dinamismo eterno. En Caracas hay una nueva sede, el Centro de Acción Social por la Música, que sirve como el punto de recuentro de niños, jóvenes, estudiantes, profesionales, y maestros de todas partes. El núcleo básico ha evolucionado y ahora este modelo de sede será la nueva unidad de organización. Hay planes para construir otros centros en las siete ciudades principales de Venezuela, que incluyen Valencia, Maracay y Maracaibo. Frank Gehry, diseñador responsable del Walt Disney Concert Hall en California, ha sido nombrado como el arquitecto para la sede de Barquisimeto.”
Que Europa tenga la gran oportunidad de asimilar el modelo de El Sistema es algo en lo que Marcus insiste. “El Sistema empezó como un sistema de valores que se imaginó como un movimiento, luego de expandirse se ha creado una red expansiva con mucha relevancia para nuestra realidad actual, dominada por el Facebook y el Twitter. El Sistema es algo manipulable por los individuos que nutre la creatividad. No es manejado por nadie. Ahora la gran pregunta es lo que el mundo pueda aprender de América Latina. Históricamente, el subcontinente sur del Río Grande no ha tenido una voz dominante a un nivel global. Creo que esto es algo que El Sistema va a cambiar. Con El Sistema, el pensar es el hacer. Hasta ahí vamos.”
Conoce más de Marshall Marcus y su trabajo visitando su blog: http://marshallmarcus.