De 28-32, por María Estévez Serrano
MARIA ESTÉVEZ-SERRANO
María Estévez-Serrano es una consumidora habitual de zumo de naranja, uno cada mañana…a veces de limón con mucha azúcar.
Aprendió a nadar casi al mismo tiempo que a andar y empezó a escribir en cuanto pudo porque las palabras se le agolpaban en la boca y no podía ordenarlas… desde entonces no ha parado de hacerlo: poesía, relatos cortos, la lista de la compra, algún guión, notas en post-it de colores, artículos varios, cartas, postales…últimamente cientos de correos electrónicos…
Casi al mismo tiempo de empezar a escribir empezó a actuar, o quizá empezó a actuar antes…era mucho más fácil hablar con una máscara puesta…da igual, el caso es que con dieciséis años decidió dedicar el tiempo libre después del instituto estudiar arte dramático; dejó sus entrenamientos como nadadora profesional, y se metió de lleno en el mundo de la farándula: ensayos, juerga, ensayos, cachondeo, ensayos, fiestas…y vida académica de estudiante modélica los fines de semana. A los dos años, katacroc…primera crisis existencial o quizá la segunda… Adiós al Teatro-Hola a la Filosofía. Cinco años de carrera universitaria…al tercero retomó el contacto con las tablas y no ha vuelto a bajarse de ellas.
La Filosofía le dio la claridad de mente o se la quitó por completo, pero le ayudó a saber lo que quería contar…¿cómo lo cuenta? Con poesía, relatos, teatro, cine, danza, performance…depende del momento y del lugar; como su edad, que depende del día…