Scones caseros 100% escoceses
Aunque los scones son muy populares en todo Gran Bretaña sus orígenes son escoceses y es de la misma Escocia que conseguí esta receta. Los scones son unos panecillos irresistible, especialmente recién saliditos del horno. Se los parte en dos y se los rellena con mantequilla y dulce de frutilla, claro esta que no podría faltar el tradicional té que lo acompaña siempre. Pero esto es sólo una forma sencilla de comerlos, también son muy versátiles permitiendo que nuestra creatividad culinaria se ponga en acción.
Partiremos con la receta básica, muy sencilla pero de igual manera exquisita. Es la base de muchos otros tipos de scones. Cuando se sientan listos pueden añadir pasas de uvas, pedacitos de chocolate, trozos de fruta. También se los preparan con huevo, el cual se mezcla con la leche y se continúa con la receta normal. Si lo desean salados pueden inclusive agregar queso raspado, es una delicia. En realidad no existe una sola regla cuando se trata de scones, ustedes pueden usar su iniciativa y prepararlos a su propio gusto. Pero no se olviden de seguir la receta básica porque ahí está la clave para los perfectos scones. Lo que si tienen en común (no importa como los preparen) es su rol protagónico en el famoso afternoon tea o high tea muy típico de Gran Bretaña.
Ingredientes:
225g harina leudante
40g mantequilla a temperatura ambiente
1 ½ cuchara de azúcar fina
Una pizca de sal
110ml leche
Nata fresca entera o simplemente mantequilla
Dulce de frutilla o cualquier tipo de dulce de frutas
Preparación:
Pre-calentar el horno a 220°C. Cubrir una bandeja con papel para hornear. En una fuente cernir la harina, añadir la mantequilla y mezclar con los dedos hasta que la consistencia se parezca a migas gruesas. Añadir el azúcar, la sal y seguir mezclando, luego agregar la leche poco a poco mezclando con un cuchillo. Mezclar hasta que todos los ingredientes estén integrados y logren tener una masa blanda. Es importante no sobre mezclar.
Poner la masa en una superficie ligeramente enharinada y amasar suavemente (no es necesario amasar por mucho tiempo) hasta que forme una masa suave, estirar y cortar con un cortador redondo en círculos de unos 5cm de largo y 3cm de ancho aproximadamente.
Ponerlas en la bandeja previamente enmantequillada y con papel para hornear. Cernir un poco de harina encima de los scones antes de ponerlos al horno. A algunas personas les gusta pintar la parte superior con huevo batido. Hornear por 12 a 15 minutos hasta que estén levemente dorados. Enfriar sobre una rejilla.
Son deliciosos cuando están todavía calientitos. De echo es aconsejable comerlos lo mas frescos posible ya que enduran fácilmente. Congelan muy bien pero se los tiene que comer dentro del mes.
Acompañar con nata y dulce y un tesito. Todo a lo escocés.