Humor y Literatura Latinoamericana: Una entrevista con la catedrática Evelyn Fishburn de UCL
Por Jessica Sequeira, traducido por Adriana Maldonado
Evelyn Fishburn es Catedrática Honoraria de la University College London y catedrática Emérita de Estudios Latinoamericanos de la London Metropolitan University. Ha publicado varios textos sobre Borges y otros autores latinoamericanos, enfocándose en el humor, el realismo mágico entre otros temas.
Ventana Latina: ¿Cómo te interesaste por la literatura argentina?
Evelyn Fishburn: Fui criada en Argentina. Nací en Viena, mi madre era austriaca y mi padre húngaro. Emigraron de Viena por Hitler, y así llegamos a la Argentina en 1939 cuando sólo tenía un año y medio.
Así que allí me crié. Fui al Colegio Northlands en Olivos y luego, a los 17 años, me fui a Ginebra para estudiar lenguas en la Universidad de Ginebra. En aquel tiempo había la idea de que incluso si los rusos tomaban en poder, si uno hablaba fluido varias lenguas, uno estaría a salvo. Estudié español, inglés, francés y alemán. Había querido estudiar psicología, pero lenguas era considerado más práctico. Luego, después de mi graduación, estudié psicología, como lo había querido, pero lo detesté. Mi catedrático era un reconocido psicólogo desarrollista, Jean Piaget, y la gente se impresiona enormemente cuando menciono eso, pero para mí la materia era demasiado teórica.
VL: ¿Cómo llegaste a enfocarte en el Humor?
EF: Mi interés se despertó primero por los vínculos entre la teoría del humor y el realismo mágico, que en aquel tiempo era la idea dominante. El término “realismo mágico” es ahora utilizado para describir literatura de varios lugares del mundo, pero de acuerdo a mi definición preferida, empezó en Latino América y es allí que esta definición encaja mejor. Es un estilo que refleja un choque cultural entre dos civilizaciones con diferentes creencias, sin compartir valores delineados. Lo que es visto como realidad, de acuerdo a ciertas creencias es visto como fantástico, o mágico, de acuerdo a otra mentalidad. El realismo mágico puede ser definido como un resultado entre el choque de estos dos sistemas del pensamiento que co-existen lado a lado en ciertas sociedad en Latino América. Está relacionado a lo Alejandro Carpentier llamó lo real maravilloso, aunque esto tiene connotaciones diferentes.
Lo real maravilloso está ilustrado maravillosamente en el incidente en Cien años de soledad de García Márquez, cuando Remedios, la bella está doblando sábanas con su tía y ella y la sábanas vuelan hasta al cielo. Es tratado como un evento completamente normal (posiblemente porque la ascensión de la virgen es parte de la cultura) y no es visto como mágico.
Como un ejemplo de realismo mágico, un mismo evento puede ser visto desde dos diferentes perspectivas: lo que es real para una cultura es mágico para otra. Varias reacciones de personajes a un mismo evento pueden ser descritas sin ninguna diferencia jerárquica en la narrativa. Toma la muerte de un esclavo en El reino de este mundo, por ejemplo. Esto es visto con ciertos valores por cristianos colonizadores, mientras que una persona negra podría tener mitos africanos por sus antecedentes culturales. Entregué un texto sobre esto en una conferencia internacional en Portugal; de los 180 textos que se entregaron, sólo 6 se publicaron, y el mío fue uno de ellos.
Llegué al humor porque existen varias estructuras paralelas teóricamente. El humor es definido por sus choques, un tipo de shock bisociativo. Hay varias teorías del humor, desde Koestler hasta Bergson, acerca de choque de incongruencias, culturas, creencias, acerca de conexiones inesperadas o registros, acerca lo sagrado en términos vulgares. No fue difícil establecer conexiones. Pero creo que uno tiene una perspectiva más rica del humor si se basa en un conocimiento compartido del contexto cultural. Uno tiene que conocer la cultura para ver qué está pateando, qué está desacreditando o desmitificando.
VL: ¿Encuentras desafiante el escribir sobre literatura Latino Americana desde el Reino Unido?
EF: Creo que es muy valioso el ver a una cultura desde la perspectiva de otra. Como Borges escribe en “El escritor argentino y la tradición”, ¿por qué los argentinos tienen que ser condenados a escribir sobre temas locales? Escribió esto cuando las teorías de Sartre, la idea del compromiso, eran muy populares. Borges sintió que tenía que reclamar el derecho de escribir sobre cultura europea e insistió en el valor de escribir desde los márgenes. En este caso, el centro y el margen están revertidos.
VL: ¿Sientes alguna tensión al escribir sobre literatura y humor utilizando la estructura, no humorística, del ensayo académico?
EF: El medio tiene que transmitir el mensaje. Trato de mantener un toque ligero en mis escritos académicos, aunque son dirigidos a una audiencia especializada.
VL: ¿En cuáles escritores te has enfocado?
EF: Comencé con el realismo mágico pero luego me dirigí hacia a Borges, y más tarde hacia Alejandra Pizarnik. Hay mucho humor en Borges, desde jeux d’esprit hasta un muy obscuro humor negro, al mismo tiempo abiertos como implícitos. El humor negro ha sido definido como la narración de algo trágico de una manera no trágica. Existen conexiones escondidas, inesperadas, que están a punto de voltear el lugar. Luego tienes a Pizarnik, quien cometió suicidio. Es recordada por su espléndida poesía. Pero existe mucho humor en su correspondencia, sus diarios y su trabajo en prosa. Se encuentra mucho juego de palabras en algunos de estos escritos y mucho de humor erótico explícito, con fuertes connotaciones sexuales y un énfasis en funciones corporales y lo grotesco.
Algunas de las mujeres escritoras en las que me he enfocado tienen mucho de humor macabro en su trabajo. Está Armonía Somers desde Uruguay. Ella escribió una historia maravillosa sobre un negro, un prófugo ex-esclavo, quien reza a la estatua de la Virgen. La Virgen desciende de su altar y le hace el amor apasionadamente. No es un sexo penetrativo y el placer de la mujer tiene prioridad, dejando al pobre negro excitado y frustrado. Así que esa es la desmitificación de la Virgen María, tan escandalosamente blasfema que su significado ha sido a penas detectado; al verlo desde a afuera, no desde la sensibilidad cristiana, veo cosas que otros no detectan. Luego está Ana Lydia Vega, de Puerto Rico. Ella escribe desde dos culturas, Puerto Rico y los Estados Unidos, y es capaz de navegar en formas interesantes entre las dos.
VL: ¿Cuáles escritores modernos que ejemplifican ese humor que mencionaste podrías recomendar?
EF: Soy un poco dinosaurio. Hay una novela de Martín Kohan, Ciencia morales, con mucho humor. Un profesor quiere descubrir quién está fumando en una escuela de niños; se oculta en el baño de niños y se ve metida en todo tipo de apuros. Tienes a Mario Szizhman. Su trabajo tiene una encantadora forma desenfadada y desacredita la idea judía de querer ser asimilado, y el catolicismo en Argentina y l hipocresía de la población local. Otros buenos autores en los que puedo pensar son Marcelo Birmajer, Luisa Futoransky y Luisa Valenzuela. Y este año habrá una extendida celebración del trabajo de Cortázar en honor a al centenario de su nacimiento.
Pero sólo puedo hacer eco a Josefina Ludmer, ¿Cómo salir de Borges? Estoy trabajado ahora en la re-edición de todos mis artículos sobre Borges para una publicación. Estoy escribiendo algo sobre Borges y la Biblia, y he sido invitada por la Universidad de Hamburgo en junio 2015 para entregar un texto sobre Borges, notas al pie de página y la tradición Talmúdica. He sido comisionada también a reeditar mi diccionario, en colaboración con otro autor, sobre alusiones en el trabajo de Borges, que está disponible en Internet.