Jodidos pero contentos
El Chache: ¿Recuerdas ese dicho que dice “Jodidos pero contentos’’?
La Jara: Claro. Es como cuando te dicen ‘’voy tirando’’, pero con una nota cómica que puede ser irónica a veces. ¿Por qué lo preguntas?
El Chache: He recordado la historia de un tipo que acude al psicólogo porque siente una tristeza terrible y no encuentra nada que lo haga sentir mejor. Una vez en el diván, le cuenta al psicólogo su problema y este le dice que tiene una solución. Le recomienda ir a ver el espectáculo de un famoso payaso que está de gira en la ciudad y que le hará reír. El paciente afirma que sin duda es una gran idea, pero que hay un pequeño inconveniente; él es el famoso payaso que se encuentra de gira en la ciudad.
La Jara: Y quizá cuando el payaso salga de la consulta del psicólogo se ría porque sin querer ha creado un nuevo chiste. Ha visto lo cómico de la situación.
El chache: Y esa noche tendrá que realizar su espectáculo y hará reír a cientos de personas.
La Jara: Yo tengo un amigo que dice que siempre hay que reír. Si alguien le desagrada le muestra la mejor de sus sonrisas, y si le agrada, lo mismo. Dice que su sonrisa es un velo que impide que los demás sepan qué es lo que piensa en ese momento.
El Chache: Es como cuando dos boxeadores van a pelear y uno de los dos sonríe todo el tiempo. Ese el que me da más miedo, el que sabes que va a por todas, el que no va a parar hasta que uno de los dos caiga.
La Jara: ¿Eso hace entonces de la risa un arma?
El Chache: Del humor en general.
La Jara: Y del amor.
El Chache: ¿Cómo?
La Jara: Que humor y amor son hermanos. Para reír hay que amar. Incluso el payaso ama esa situación trágica que lo hace reír. Lo ve como un momento cómico.
El Chache: ¿Ver la vida como un chiste? Porque hay situaciones que nunca podrán hacer la más mínima gracia.
La Jara: Por supuesto. Me refiero a ver la vida de tal manera que sepas que puedes reírte en cualquier momento, y esa risa puede ser una herramienta que te haga avanzar.
El chache: De hecho, es muy común que nadie quiera estar cerca de esa gente que parece que soporta una carga terrible, que siempre parecen arrastrarse por los rincones llorando por los más diversos motivos.
La Jara: Pero a mí tampoco me gusta estar cerca de esos que parecen continuamente felices y que hacen todo lo posible para mostrarlo a los demás. Te da la sensación de que no es más que una capa de barniz que si rascas un poco dejará ver lo que hay debajo.
El Chache: Entonces nos quedan los que no tiene más remedio que estar contentos. Los que a pesar de todo se ríen. Los que aman la vida como un continuo reto.
La Jara: Los jodidos pero contentos.
El chache: Los que usan la risa como arma.
La Jara: Parecemos un libro de auto ayuda.
El chache: Sí, nos estamos poniendo un poco solemnes sin darnos cuenta… ¿Quieres que te cuente el chiste de la sal gorda?
La Jara: ¿El chiste de la sal gorda? Claro. Cuenta, cuenta…
El Chache: Pues esto es un tipo que entra en una tienda a comprar sal…