El Chache y la Jara: ¡Mucha mierda!
Por el Chache y la Jara
La Jara: (hablando por teléfono) Venga pues nada, nos vemos después de la obra. ¡Mucha mierda! ¡Ciao!
El Chache: Nunca he entendido la expresión “mucha mierda” de los teatreros. Me parece una forma horrible de desearle suerte a alguien.
La Jara: Yo tampoco la entendía pero le pregunté un día a María por el origen y ya no me parece tan fea.
El Chache: ¿Y cuál es?
La Jara: Pues al parecer hay varias teorías, pero la más aceptada es que en los tiempos en los que no había vehículos motorizados y la gente iba al teatro a pie o en carruajes, era buena señal que los alrededores del teatro estuvieran cubiertos de excrementos de caballos porque significaba que mucha gente de pasta había ido a la función y había más probabilidad de tener una buena recaudación.
El Chache: Claro, porque en el siglo XVI o así no se cobraba entrada en los teatros…
La Jara: Eso es, la gente tiraba monedas si le gustaba la función y claro, cuánto más poder adquisitivo había entre la audiencia, pues más generosas eran las donaciones.
El Chache: Y, ¿de dónde viene la expresión inglesa de break a leg?, ¿está relacionada?
La Jara: También está relacionada con la recaudación, lo que se deseaba, de forma exagerada, era que de tanto agacharse a recoger monedas se rompiera uno la pierna.
El Chache: Es curioso como ambas expresiones, en sí negativas, son positivas en el fondo. Quizá también estén relacionadas con las supersticiones de la gente del teatro.
La Jara: Podría ser… es difícil rastrear el origen de las tradiciones y creencias…
El Chache: Sea lo que sea, lo que está claro es que en el arte, sea cuál sea, hay que invocar a la suerte para ganar dinero. Es la historia de nunca acabar ¿cómo hacer dinero con el arte?
La Jara: Pues parece ser que interesando a los ricos, jejeje… ¡qué vida más dura la del artista!
El Chache: Y la muerte La Jara: ¿Cómo?
El Chache: Que los artistas nunca lo han tenido fácil, pero los actores en particular incluso menos. ¿No sabes que a los actores no se les podía enterrar en el cementerio?
La Jara: ¡En serio! No tenía ni idea de eso.
El Chache: Sí, en España al menos, hasta casi mediados del siglo XX los actores no podían ser enterrados en los cementerios, y en la Roma pre-cristiana los actores pertenecían a los “infames”, es decir aquellos que carecían de honra…
La Jara: Y claro eso traía consecuencias me imagino…
El Chache: Claro, por ejemplo su palabra no era válida en un juicio.
La Jara: O sea, que los ciudadanos romanos no podían ser actores…
El Chache: Ni actores, ni bailarines, ni gladiadores, ni prostitutas, ni proxenetas. Todos eran infames y se consideraban males necesarios en la sociedad. Luego poco a poco fueron mejorando, pero muy poco a poco…
La Jara: Ahora entiendo por qué desde siempre el teatro ha sido un poco endogámico… claro. Los actores no se podían mezclar, me refiero, casarse legalmente con los ciudadanos.
El Chache: Mezclar si podían mezclarse, pero no legalmente… y a veces incluso podía perseguirte la ley. En la Edad Media según dónde te excomulgaban, si se te ocurría casarte con un actor… de las actrices ya ni hablamos claro…
La Jara: Pues mira tú que sabiendo tanto de estas cosas no supieras el origen de “mucha mierda”…
El Chache: Pues no, es que es una expresión muy fea y nunca me ha dado por investigar… ya ves… La Jara: ¡Mierda!, ¡que llego tarde al teatro!