Mitología y religiosidad popular de ayer y de hoy en Brasil
Por Marilyne Buda
La editorial francesa L’Harmattan publicó hace poco Una mitología brasileña, un estudio sobre la religiosidad popular en el nordeste de Brasil, que se basa en la literatura oral y las historias de santos. Su autor, José Maria Tavares de Andrade, es un antropólogo brasileño que vive entre su país natal y Francia. Aceptó contestar a nuestras preguntas mientras daba un ciclo de conferencias al otro lado del Atlántico.
Ventana Latina: ¿Qué lo llevó a estudiar la religiosidad brasileña?
José Maria Tavares: Lo que me llevó a estudiar la religiosidad popular en Brasil fue un proyecto de investigación en etnomusicología que se llamó “Música popular religiosa”, en el marco del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad Federal de Pernambuco, en Recife. Este departamento, después de ser destruido por el gobierno militar en el golpe de Estado de 1964, volvió a abrirse con Hermilio Borba Filho, y posteriormente con Ariano Suassuna, ambos autores y dramaturgos. De esta investigación nació el movimiento musical orientado por Suassuna que se llamó Movimiento Armorial. A partir de los resultados de este trabajo etnográfico que se encuentran en la Universidad –informes con monografías acerca de los más antiguos géneros de la música y de los cultos populares a los santos–, nació mi tesina de Maestría en Sociología y Lingüística, como también mi tesis de Doctorado que se convirtió en este libro.
VL: ¿Qué diferencia hace usted entre religión y religiosidad popular? ¿Cómo la religión de la civilización colonial ha sido integrada por los pueblos brasileños?
JMT: Entre ambos conceptos podemos trazar una línea de manera que tenemos por un lado la religión en términos institucionales, y por otro, las manifestaciones no institucionales. En la religión, encontramos los dogmas, una jerarquía, actores especializados, y en el polo contrario encontramos, en Brasil como en toda América Latina, las creencias y las prácticas mágico-religiosas populares, muchas de ellas girando en torno a las devociones a los santos. La civilización colonial desintegró, desautorizó los dioses, creencias y ritos amerindios y africanos, entonces el término de religiosidad, en el lenguaje corriente, se vuelve un concepto de distinción entre los polos institucionales y no institucionales. La población de Brasil, a partir de contribuciones de la civilización ibérica, de los elementos locales de los amerindios y de las influencias de los africanos traídos aquí como esclavos para las plantaciones de caña de azúcar, fue reinterpretando los escritos de los romanos, de la iglesia católica de Portugal y de España, y fue adaptando el mensaje como le era posible en los horizontes limitados de la sociedad de entonces y de esa cultura naciente. El mensaje evangélico de la no violencia es un ejemplo de los valores de las Sagradas Escrituras que fueron aceptados por las víctimas de la violencia colonial.
VL: ¿Cuál es el objeto de su investigación?
JMT: El objeto inicial y empírico ha sido el descubrimiento de un género de literatura oral, entre mitos y cuentos etnográficos, narrativas que circulan entre personas del mundo rural y analfabetas acerca de la vida, la muerte y la “canonización” de los santos de la religiosidad. En la ausencia de la escritura, o sea en los contextos de las culturas autóctonas ágrafas, es por la oralidad que se conservan y se transmiten las informaciones y los valores de una generación a otra. Mi hipótesis es la función de explicación mitológica que tienen estas narrativas como fundamento y legitimación de las creencias y prácticas mágico-religiosas no institucionalizadas del Nuevo Mundo. La mitología revela el fundamento de la religiosidad en el contexto de cultura popular. Lo interesante es que estos datos fueron documentados sin necesidad de hacer preguntas: a lo largo de la investigación sobre las músicas religiosas y los cultos a las santas y santos, la gente contó espontáneamente y con gusto esas “estórias”.
VL: ¿Cómo definiría la mitología y el mito? ¿Son mitos las historias de santos?
JMT: El término mitología es utilizado frecuentemente como un conjunto de narrativas que explican los orígenes de las cosas, fuera del tiempo histórico –como las mitologías clásicas según los antiguos griegos o latinos, o en las mitologías de los pueblos autóctonos. Pero mito en el lenguaje corriente y en la prensa, es a menudo equivalente a imaginación o mentira–. Mitología en términos etnológicos, y como lo utilizo en mi título, es el estudio de esas narrativas con una función de explicación de los orígenes de los fenómenos del hombre en el mundo, a través de acontecimientos primordiales y sus personajes. Sí, el contenido de las historias de santos equivale a las explicaciones del pensamiento mitológico. Estas historias invierten el orden cronológico para dar sentido a una tentativa de dominación cultural de los colonizadores y misionarios, cuyos mensajes y rituales no pudieron ser decodificados del latín, portugués o español. Históricamente, las imágenes y ritos de los santos llegaron después, pero desde el punto de vista de la cultura de las poblaciones locales, es al revés: una persona local vivió, murió y fue descubierta después como un cuerpo santo. De esta forma, los orígenes y devociones a los santos se volvieron comprensibles, aceptados y legitimados en la cultura popular.
JMT: ¿Qué es un héroe? ¿Puede usted definir los diferentes tipos de héroes/santos que uno encuentra en estas historias?
En general un héroe es un hombre con sus hazañas o virtudes, pero existen muchos tipos de héroes. El modelo del héroe épico y violento, muy cantado en Europa, no pudo ser aceptado en ese contexto de violencia colonial. Las historias de santos permiten una transformación de los héroes violentos en vida en no violentos. Severino dos Ramos y la Senhora dos Prazeres tuvieron que arrepentirse de sus violencias para poder volverse santos. Hay que reconocer finalmente que la lógica interna de los modelos de estructuras narrativas siguen un criterio ético: con violencia no hay salvación. Algunos santos, incluso sin méritos personales, pudieron ser canonizados por la religiosidad como víctimas de violencias institucionales o de la fatalidad de las condiciones de vida. Como René Girard en La violencia y lo sagrado, llegamos a una clasificación de los santos como héroes de tres tipos: violentos, semi-violentos y no violentos.
JMT: ¿Qué conclusiones sacó de su estudio del sistema simbólico en la Mata y el Sertão?
Sacamos conclusiones acerca de los elementos comunes a los dos sistemas simbólicos que fundan y legitiman las creencias y las prácticas mágico-religiosas. A través de las narrativas, la religiosidad canaliza santos y fundamenta lugares sagrados, centros de peregrinación. En la zona cerca de la costa atlántica, la Mata, cinco de las siete narrativas que estudiamos son historias de santos patronos de centros de peregrinación; en el Sertão, también cinco de las siete narrativas elaboran un cierto modelo de vida comunitaria. A diferencia de la Mata, el Sertão cuenta con una densidad de población mucho más reducida porque la gente está asentada en vastas zonas rurales. Y más que cultos de santos, los grupos practican ceremonias fúnebres –cuyos cánticos y prácticas de autoflagelación están desapareciendo actualmente, así como danzas religiosas. También hay que recordar que la ciudad de Santa Brígida nació de un movimiento de campesinos en torno al líder mesiánico Pedro Batista.
JMT: ¿En qué se puede decir que la mitología está viva, hoy en día, en Brasil y en América Latina?
No solamente entre los indígenas y sus descendientes, sino también en la cultura popular de Brasil y América Latina, El pensamiento salvaje, según Claude Lévi-Strauss, es la cognición fundamental de la humanidad; pensamiento o visión del mundo que resuelve las diversas antinomias relativas a las relaciones que los hombres establecen entre sí y con la naturaleza. La representación popular encuentra la solución a antagonismos antropológicos: vida/muerte, bien/mal, individualidad/colectividad, profano/sagrado, pues lo sagrado no es una parte de la realidad sino una forma de lectura del hombre en el mundo. Así nace la mitología brasileña que funda la religiosidad y la cultura popular. En los países hermanos de América Latina, se podrá identificar de la misma forma, con esta metodología que crea un puente entre Antropología y Semiótica, la apropiación y reinterpretación de componentes culturales de los que resultan las culturas populares, a pesar de la dominación política y económica de origen colonial y neocolonial.