Hoje Eu Quero Voltar Sozinho: cuando el amor adolescente triunfa más allá de los sentidos
“¿Y ahora que pasa?” pregunta Leonardo sentado en el cine. Gabriel se le acerca y le cuenta, al oído, que la bestia acaba de destrozar a un personaje contra una pared. Una chica sentada adelante los calla mientras ellos ríen. Días más tarde, en la penumbra de un parque, Leonardo le pregunta qué tiene de especial un eclipse solar. Gabriel, con paciencia, le explica con piedras y el tacto el fenómeno astronómico, mientras Leonardo asisente y asegura entender.
Es así que, de a frágiles momentos, el director brasilero Daniel Ribero nos cuenta The Way He Looks (Hoje Eu Quero Voltar Sozinho), una historia de amor que suena a compleja e inverosímil, pero ilustrada de forma tan sencilla y fluida que es imposible no creerla. El film, que este año ganó el premio a la Mejor Película por la Federación Internacional de Críticos de Cine en el Festival de Cine de Berlín, fue parte de la programación del Discovering Latin America Film Festival de Londres, y el público pudo disfrutarlo en el Odeon de Covent Garden.
Leonardo es adolescente y ciego, y sueña con dar su primer beso, irse de intercambio, que sus padres no lo sobreprotejan y que en el colegio lo dejen en paz. Ahoga sus penas con su amiga Giovana, que tiene casi sus mismas aspiraciones. Un día llega Gabriel y las cosas simplemente suceden. Desde lo narrativo, The Way He Looks está llena de momentos rutinarios y livianos, pero ilustrados con tal afabilidad que es imposible no notar su belleza. El film peca de recursos frecuentes en la cinematografía norteamericana para adolescentes, pero la narrativa es tan carente de exageraciones e hipérboles que la historia es disfrutable, incluso tierna.
La estética del film es limpia y clara. Su fotografía, es uno de los puntos destacables. La luz en las escenas, la escenografía y el vestuario minimalista magnifican la atención hacia las actuaciones memorables. Las expresiones de un adolescente ciego que descubre el mundo con sus sentidos restantes se engrandecen en una escena inolvidable: Leonardo, solo en su habitación, toma el abrigo que Gabriel dejó olvidado y lo huele de a poco. Se lo pone, lo toca, lo examina como puede, lo huele con ansias de nuevo y se acuesta en su cama. Es en esa escena con magníficos elementos sexuales sutiles donde se nos demanda cierta intimidad, y nos enteramos que Leonardo está enamorado.
El rasgo más latinoamericano de una historia que no tiene anclajes geográficos ni culturales, ni se destaca por sus matices brasileros, se encuentra en sus formas dóciles. A diferencia del cine industrial de Hollywood, los nudos dramáticos no son notables y los conflictos son enteramente letárgicos, pero es ahí donde yace la magia. La inocencia de los personajes y sus comportamientos apacibles hacen que sea fácil declarar que The Way He Looks es una de las mejores historias de amor del cine lationamericano contemporáneo.
El festival de Cine Discovering Latin America continúa hasta el jueves 4 de diciembre, visita su sitio aquí.