“NO”, la estrategia publicitaria que arrancó a Pinochet del poder
Por Lucía Nieto Maestre
Con la película “No”, que relata la campaña del NO en el referéndum nacional chileno de 1988, continuó el ciclo “Haciendo memoria” del Cinéforum de la Casa Latinoamericana de Londres, organizado por Tierra Theatre Group.
La película del director chileno Pablo Larraín, que fue estrenada en 2012 y candidata al Óscar a mejor película extranjera, cuenta cómo se construyó la campaña publicitaria del NO previa al plebiscito chileno del 5 de octubre de 1988 que derrocó a Pinochet del poder.
Con un reparto encabezado por el mexicano Gael García Bernal, el multifacético director de teatro chileno Alfredo Castro y el también chileno Néstor Cantillana, entre otros, Pablo Larraín, basándose en la obra de teatro inédita “El Plebiscito” de Antonio Skármeta, capta en la gran pantalla un momento histórico que abrió las puertas a Chile hacia la democracia.
Pablo Larraín, declarado anti-pinochetista, nos muestra una película de estética innovadora con la utilización de cámaras que en los años ochenta fueron utilizadas por la televisión chilena, logrando así fusionar de manera muy realista imágenes reales de archivo con ficción.
La dictadura de Augusto Pinochet – que comenzó con el golpe de estado de 1973 que derrocó a Salvador Allende – acosada por las presiones internacionales decidió, quince años después, convocar un plebiscito para afianzar su poder por otros ocho años.
Plebiscito cuya única pregunta era: Presidente de la República- Augusto Pinochet. Sí No.
Bajo el nombre aparecía simplemente un Sí y un No y fue justamente ese “no” de la oposición que venció con un 54,71% de los votos el 5 de octubre de 1988.
La campaña publicitaria previa al plebiscito duró quince días en los que la televisión chilena abrió sus puertas y permitió quince minutos diarios para difundir el mensaje del sí y del no entre las veinticuatros horas de programación oficial.
Quince minutos diarios en la franja nocturna de programación que permitieron a la oposición, encabezada por profesionales de la publicidad, transmitir un mensaje fresco e innovador en la televisión chilena utilizando estrategias clásicas de la publicidad y el marketing bajo el lema: “Chile, la alegría ya viene”.
La campaña, liderada por un joven publicitario, René Saavedra, interpretado por Gael García Bernal, se quiso alejar de mensajes políticos y de acusación del pasado y se basó por el contrario en la visión de la felicidad y del futuro haciendo uso de técnicas de publicidad para vender una alternativa a la dictadura de Pinochet.
La película muestra puntos interesantes que giran alrededor del mensaje que se transmitió, las técnicas utilizadas y la audiencia que buscaba la campaña del NO; y es que Chile ya vivía movimientos populares de protesta previos al plebiscito que crearon tensiones. Sin embargo existía un gran fragmento de la población a la que no llegaba la oposición, que fue el blanco de tiro de esta campaña del NO.
El debate que tuvo lugar el pasado jueves tras la proyección de la película en una sala a rebosar, se centró en el concepto de la democracia, la toma de conciencia, la responsabilidad colectiva y el poder de la publicidad.
Y es que, ¿se puede vender la democracia como un producto para consumir?, ¿qué significa el triunfo de la democracia? Y sobre todo en los últimos veintiséis años, ¿hemos conseguido esa democracia soñada por la que luchaban en esa campaña de 1988?
La transición democrática chilena supuso el traspaso del poder político desde las fuerzas armadas del general Augusto Pinochet hacia el presidente democráticamente elegido, el democratacristiano Patricio Aldwyn. No obstante, como se señaló en el debate, ¿hasta qué punto consiguieron la estabilidad política esperada tras el plebiscito?
Sin duda, la película suscita un debate actual entorno a la democracia y el poder de influencia que las campañas y la publicidad tienen en la sociedad. Como se mencionó esa noche en la Casa Latinoamericana a raíz de la película, el derecho a voto así como la importancia de votar en una democracia no se ponen en duda, pero la toma de conciencia por parte del ciudadano respecto al apropiado uso de las nuevas tecnologías con el fin de informarse y buscar fuentes alternativas a las oficiales, es uno de los grandes retos y responsabilidades que los defensores de la democracia deben de alcanzar hoy en día.
El cineforum de la Casa Latinoamericana, representa “un espacio creativo, donde de forma muy familiar se abordan temas fundamentales” según nos explicó Luis Mariano García de Tierra Theatre,
Un proyecto recuperado hace dos años por esta compañía de teatro en español en Reino Unido, que se encarga de planificar ciclos de cine desde temáticas variadas acorde con las publicaciones trimestrales de Ventana Latina.
La próxima película del ciclo, Seré Memoria, será proyectada el 13 de marzo a las 7:30 en la Casa Latinoamericana, 10 Kingsgate Place NW6 4TA.
