Diez preguntas con la fotógrafa Laia Abril
Por Verónica Sanchis
Laia Abril (Barcelona, 1986) es una fotógrafa documental. Después de haber terminado una carrera en periodismo se muda a Nueva York donde estudia fotografía en el International Center of Photography (ICP) donde decide enfocarse en historias relacionadas con la feminidad y los trastornos alimenticios. En el 2009 empieza con FABRICA la residencia artística de Benetton Research Centre en Italia. Así mismo, en el 2009 y 2010 fue finalista del Ian Parry en Inglaterra, participando en la exposición de Getty Gallery en Londres. Primero con su proyecto de la comunidad lesbiana joven en Brooklyn, y luego con Last Cabaret que trata de un club de sexo en Barcelona
Desde entonces, Abril ha sido publicada internacionalmente en muchos medios y seleccionada en festivales, tales como; NY PhotoFestival 2011, 3er Lumix PhotoFestival, PhotoMeeting Ojo de Pez 2012, New York CUNY University en 2014, entre muchos más. Recientemente, Laia ha expuesto en exposiciones como, From Here On, en Barcelona, , Lodz FotoFestiwal 2013, FotoEspaña 2014 y forma parte de la colección permanente del Winterthur Photo Museum en Suiza.
Sus fotografías han sido publicadas en medios de comunicación como The Sunday Times Magazine, D Repubblica, Le Monde, Ft Magazine, The New York Times, Burn Magazine, Ojo de Pez, BJP, GUP, Esquire y COLORS Magazine, en el cual trabajó como fotógrafa y foto-editor.
Durante el 2014, Abril publicó su más reciente libro, The Epilogue, publicado por Dewi Lewis Publishing. Actualmente trabaja como fotógrafo y Consultor Editor de fotos en la revista COLORS, que combina con su carrera independiente y sus proyectos personales
Ventana Latina: 1. ¿Cómo llegas a la fotografía?
Laia Abril: Llego a la fotografía a través de cruzar caminos entre el periodismo y la publicidad. Mientras estudiaba pasó por mis manos el trabajo de Oliviero Toscani a través de ‘Adiós a la Publicidad’ y el que hizo junto con Tibor Kalman en la revista COLORS Magazine, la que sería determinante en mi carrera. Cuando me licencié tenía bastante claro que con la imagen conseguía documentar y expresarme mucho mejor que con la palabra escrita. Fue entonces cuando me trasladé a Nueva York para seguir formándome y donde decidí que quería contar historias a través de la intimidad, a raíz de mi serie ‘femme love’. Desde allí conseguí dos años de beca en el centro de investigación y comunicación FABRICA en Italia. Allí desarrollaría los inicios de mi trabajo a largo plazo; bajo la influencia de creativos, diseñadores, cineastas, ilustradores, músicos e ingenieros interactivos; y aprendería el concepto de multi-platform. Además de entrar a formar parte del equipo editorial de COLORS Magazine, como fotógrafa y editora gráfica, cuyo proceso de intensa investigación marcaría mi forma de trabajar.
VL: 2. ¿Qué buscas explorar en tus trabajos fotográficos?
LA: Generalmente me atraen intimidades de la sociedad occidental que se tienden a silenciar u obviar y que suelen ser incómodas. A través de la conexión que suelo crear con mis personajes, intento conseguir la empatía del espectador y que se rompan ciertos tabúes y se desmitifiquen realidades desconocidas – o mal informadas, reduciendo los prejuicios iniciales. Desde hace varios años que más allá, que el trabajo fotográfico de per se, estoy interesada en encontrar diversos outputs o nuevas plataformas para que el mensaje que quiero transmitir llegue de la mejor manera. La fotografía, la imagen, siempre será mi base porque pienso de forma visual, pero como he ido haciendo y pienso seguir, me interesa utilizar cualquier herramienta que tenga a mi disposición para poder contar la historia de la mejor manera posible.
VL: 3. ¿Cuál es el tema que más has desarrollado en tu trabajo?
LA: En los últimos cinco años he desarrollado dos proyectos a largo plazo, que de cierto modo se cruzan conceptualmente. Por un lado, he producido tres capítulos sobre los aspectos más incomprendidos de los Trastornos Alimenticios; ‘A Bad Day’ un multimedia sobre el día a día de una chica sufriendo bulimia; ‘Thinspiration’ un fanzine auto-publicado y una instalación sobre mi investigación del uso de la imagen de la comunidad Pro-Ana; y el más reciente, mi libro ‘The Epilogue’ sobre la familia Robinson y su proceso de duelo tras la perdida de su hija por bulimia, las víctimas colaterales. Al mismo tiempo, he creado diferentes series sobre la feminidad y la sexualidad. A raíz de ‘Femme Love’ continué investigando la comunidad LGTB en diferentes países, hasta topar con la Asexualidad y crear el webdoc www.asexualsproject.com Otras series de este proyecto serían mi libro más reciente ‘Tediousphilia’ en el que desarrollo (junto a Ramón Pez, director de arte con el que colaboro en varios libros y proyectos) un manual para parejas que quieren ser sex-webcam performers a la vez que continuo documentando post-fotográficamente temas virtuales.
VL: 4. ¿Cómo surgió tu proyecto, Danza Voluminosa?
LA: Danza voluminosa es uno de esos proyectos en los que aprovechas una situación excepcional. Para aquel entonces trabajaba de editora jefe de la revista COLORS Magazine en el número #78 Baile, para el que me tuve que desplazar a Cuba y fotografiar para la portada al bailarín cubano Carlos Acosta. Aprovechando el encargo y fruto de la investigación previa que habíamos hecho para el número, me puse en contacto con la compañía ‘Danza Voluminosa’ y conseguir una historia más para el número, que en este caso tenía un valor añadido personal, ya que conseguía fotografiar un tema que arropaba feminidad, autoestima, ideales de belleza y.. danza!
VL: 5. ¿Cómo se desenvuelven tus proyectos de la idea a la práctica?
LA: Mi trabajo se basa un 75% en la research. Mientras eso ocurre también empiezo a hacer brain storming de cómo enfocar la parte más estrictamente fotográfica y sobretodo cual será el formato final, ya que no es lo mismo para mi saber si será un libro, o un webdoc, o un multimedia. Tiendo mucho a ‘capitularizar’ los temas, y eso se ve en como enfoco los proyectos a largo plazo, supongo que me ayuda a irme marcando pequeñas metas y avanzar con el tema y lo que aprendo de él. Cada nuevo proyecto me demanda algún tipo de cambio, siempre tiendo a salir de mi zona de confort, sino siento que no acaba de funcionar; pero también soy bastante conservadora estéticamente, algo que me gustaría trabajar en el futuro.
VL: 6. Hablanos un poco de cómo fue la realización de tu libro más reciente, The Epilogue.
LA: Fue un trabajo épico del principio al final. La idea de documentar la muerte en los trastornos alimenticios, me rondó la cabeza por al menos 2 o 3 años, ya que veía natural hablar de ello si mi línea conceptual se centraba en “los aspectos más incómodos”. Por un lado me costó enfrentarme por miedo a la dureza del tema, pero sobretodo no conseguía encontrar la manera de como enfocarlo. Orgánicamente después de ‘Thinspiration’ y mi modesta incursión en ámbitos post-fotográficos donde desintegré la necesidad de ser ‘la autora material de las imágenes’ la manera más lógica de mostrar alguien que ya no estaba pasaba por sumergirse en sus propios recuerdos. Fue cuando tuve que encontrar a la familia, que me di cuenta que los protagonistas no iban a ser sólo las personas fallecidas, sino que las víctimas colaterales -familia, amigos, terapeutas; se convertían en el foco del libro. Con las ideas mucho más claras, y una cierta madurez fotográfica me sentí capaz de enfrentarme, a lo que ha sido un año y medio de diseño, edición, investigación y traducción de la historia – de nuevo junto a Ramón Pez; más compleja en la que he trabajado hasta ahora. Esta vez, y de nuevo como evolución natural, se juntó la imagen con la palabra, con la imagen en movimiento, la gráfica y un trabajo de edición gigante. El libro ha tenido mucho éxito, sobre todo por el feedback que he recibido de tanta gente que ha conectado con la historia, así como volver a reencontrarme con la familia y ver como ha sido una catarsis para ellos.
VL: 7. ¿Cómo ves la fotografía documental hoy en día?
LA: Veo la fotografía documental creciendo y vibrando a pasos agigantados gracias a la inestabilidad del sector y al hambre de contar historias. Aún con la crisis que sufrimos en tantos niveles, la respuesta creativa tanto en temas, en cómo desarrollarlos o en cómo comunicarlos es insaciable. Es muy difícil vaticinar que ocurrirá ni a corto o a largo plazo, pero está claro que la imagen se ha convertido en la nueva lengua universal, así que estoy muy contenta de saber hablarla.
VL: 8. ¿Cómo fue realizar el cortometraje, Ciao, en conjunto con Pablo Pastor?
LA:Pablo es uno de esos genios creativos con los que tropecé en FABRICA y el culpable que parte de mis proyectos tengan una gran parte audiovisual. A lo largo de estos años hemos trabajado en muchas ocasiones, generalmente él colaboraba como editor de video de mis multimedias o cortos como ‘A Bad Day’ o ‘Asexuals Project’ o el teaser de ‘The Epilogue’. ‘Ciao’, en cambio, es un proyecto generado por él en el que me llama para adentrarnos en la vida de varios inmigrantes que intentan aprender italiano en la ciudad de Treviso, donde residíamos juntos. Pablo y yo compartimos una obsesión por las lenguas y la comunicación, sobre todo por las lenguas minoritarias; tema que él ha desarrollado en varias ocasiones. En esta ocasión, aunque vivíamos en una residencia de artistas, que tiende a aislarte de la realidad para potenciar tu creatividad, coincidía que experimentábamos esa necesidad de mostrar lo que es cercano a nosotros, un tipo de documental que personalmente me interesa mucho.
VL: 9. ¿Buscas explorar más en los medios del multimedia y/o video?
LA: El próximo paso para ‘The Epilogue’ es encontrar la mejor forma de dar uso a todo el material audiovisual. Hicimos un teaser para promocionar el libro y empezar a abrir esa frontera, pero estamos aún investigando la mejor forma de usarlo. Me interesa mucho entender como encajar lo audiovisual, internet y lo interactivo; hicimos nuestros escarceos con ‘Asexuals Project’ y con prácticamente cada proyecto nuevo incluye una parte audiovisual, como ‘Tediousphilia projection’; pero en algún momento también me gustaría probar formatos más largos.
VL: 10. ¿Has considerado trabajar en Sudamérica?
LA: Tengo muchas ganas de trabajar en Sudmérica. De hecho, una excusa sería viajar a Argentina y hacer algún proyecto nuevo con Pablo Pastor, que se encuentra ahora mismo allí. Pero para mí es un continente desconocido, el que sin lugar a dudas va a estar muy presente en mi próximo proyecto a largo plazo, que se encuentra en fase de investigación.
Para ver más del trabajo de Laia Abril, aquí.
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