Pan de Yuca, ¡Pan de Oro!

Jul 01, 2015 Comments Off on Pan de Yuca, ¡Pan de Oro! by

Por Luis Cabrera

En Latinoamérica, apenas escuchamos la palabra “conquistadores”, se nos viene a la cabeza la imagen de guerreros peninsulares del siglo XV o XVI con una ambición desmedida de oro, y dotados de crueldad extrema, como si el propósito de haber sido puestos en este mundo fuese únicamente el de infligir la mayor cantidad de dolor y acumular toda la riqueza posible.

Nuestra historia es bastante más compleja, pero pareciera que simplificar las cosas que ocurrieron hiciera más fácil el explicarla. Pasamos por alto de este modo la participación de grupos indígenas que ayudaron a los europeos y el uso de objetos locales que fueron utilizados para facilitar la conquista. Objetos de grandes dimensiones como el Qhapac Ñan (la gran red vial del imperio incaico) o el humilde casabe (pan hecho con harina de yuca).

Y es que en los primeros años de la llegada de los europeos al Caribe, el casabe pasó a ser uno de los alimentos más importantes para la navegación a largas distancias, puesto que la caducidad de este pan soportaba el tiempo necesario para cruzar el Atlántico y era de fácil conservación. Juan Ponce de León,  el famoso “descubridor” de la Florida, fue uno de los emigrados que se hizo muy rico con la fabricación de este tipo de pan. La mayor parte de los barcos que zarpaban de Santo Domingo hacia Europa hacían una parada en la Bahía de Yuma, donde entre otras cosas se abastecían de casabe. Así de este modo fue como Ponce de León, sin descubrir grandes yacimientos de oro o plata se hizo un hombre muy rico. Claro que no debemos imaginar a un Ponce de León sudando la gota gorda en los campos de “la Española”, eso se lo dejamos a los muchos nativos que fueron forzados a cultivar yuca para hacer casabe.

Ponce de León obtuvo unas extensiones importantes de tierras donde aparte de cultivar yuca, también cultivó otros vegetales, además de utilizar estos campos para la cría de cerdos, ganado vacuno etc., yéndole muy bien en su incipiente empresa. Curiosamente uno de sus amigos en la isla “La Española”, Vasco Núñez de Balboa, que también se dedicó a hacer lo mismo con su encomienda, no le fue tan bien y termino endeudado. Una de las razones sería porque la encomienda de Balboa se ubicaba en lo que ahora es Haití y el tránsito mayor de barcos era en la dirección opuesta de Santo Domingo.

A pesar de la riqueza que le trajo el casabe, Ponce de León puso su mira en las riquezas de San Juan Bautista (hoy Puerto Rico. La cantidad de oro extraída del Caribe es muy subestimada hoy en día). Ponce de León es nombrado gobernador de la isla en 1508, pero en 1511 Diego Colón logró que los derechos acordados por su padre, Cristóbal Colón, y la corona fueran ratificados. Por tal motivo el rey Fernando le sugiere buscar nuevas tierras a Ponce de León en lo que ahora es Florida. Claro que todo esto sucedió después de explotar buena parte de los yacimientos auríferos de la isla, y de muchos indígenas muertos por el excesivo trabajo en las minas, además de las rebeliones de la población local lideradas por Agüeybaná el bravo. Todo esto sucedió sin afectar el cultivo de yuca para hacer casabe.

Sería lógico pensar entonces que Ponce de León podría haber vuelto a Santo Domingo, tranquilo y aún muy rico. Pero pareció que cultivar yuca le resulto muy aburrido ya que no fue a La Florida solo una vez, sino dos veces. La segunda oportunidad tal vez se haya dejado influenciar mucho por las leyendas de Cíbola y las 7 ciudades de oro y la Fuente de la Juventud (sin embargo pensamos que ya estaba bastante grandecito para creer esas cosas…. en fin).

Ponce de León terminó muerto en esta su segunda expedición después de recibir heridas en una batalla, y eso evidencia que no resultó nada fácil conquistar esa zona de la Florida. Su amigo Vasco Núñez de Balboa padeció un destino similar siendo asesinado dos años antes como resultado de las conspiraciones urdidas por sus compañeros conquistadores. Sin embargo, a la luz de lo que conocemos de sus aventuras, se nos hace extraño imaginarles a ambos cultivando alegre y despreocupadamente yuca para casabe en Santo Domingo hasta su vejez esperando una muerte plácida.

La mayoría de estos conquistadores buscaron alcanzar el mayor estatus posible y enriquecerse de una forma u otra. Y tal como objetos locales fueron de ayuda para la conquista, paradójicamente fueron algunos de sus compañeros de aventuras provenientes de la península quienes los empujaron al otro mundo, ya sea en el patíbulo como en el caso de Balboa o al responder a un “guiño” de su monarca, como en el caso de Ponce de León alentándote a buscar más tierras: “¡Hey Juan, ya no eres gobernador de Puerto Rico, pero al norte de Cuba hay mucho por descubrir, anímate, no te va a costar mucho!

 

Especiales, La revista, Un viaje gastronómico

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