Conclusiones del primer Salón Cultural: Debate sobre el concepto de cultura y Mario Vargas Llosa
Por Marisel Mendoza.
Como primera actividad de la nueva iniciativa cultural de Casa Latinoamericana denominada Salón Cultural el pasado miércoles 12 de octubre se desarrolló un primer debate denominado “¿Qué es la Cultura?”, donde se consideró para el análisis el libro La civilización del espectáculo (2012) del escritor peruano, premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
El libro La civilización del espectáculo es una compilación de ensayos que fueron publicados en el Diario El País de España y ha acaparado tanto adeptos como detractores. Esto último considerando los aspectos controversiales de los planteamientos de Mario Vargas Llosa así como por su manera de juzgar a los actores intelectuales. En el libro el escritor peruano busca dejar constancia de la transformación de contenido que ha sufrido el término cultura, y para ello hace una revisión de ensayos de las últimas décadas comenzando con el Notes Towards the Definition of Culture de T. S. Eliot (de 1948).
Para analizar el libro de Mario Vargas Llosa el Salón Cultural de Casa Latinoamericana tuvo como invitados a dos panelistas conocedores de esta obra y también de nacionalidad peruana, Dr. Luis Rebaza-Soraluz, profesor de King’s College, University of London, cuya especialidad es la historia de la cultura hispanoamericana, y Claudio Chipana, filósofo y director del Centre for Latin American Identity, quienes realizaron un interesante debate de opiniones y abrieron la discusión sobre algunos de los postulados más controversiales que se cuestionan del libro La civilización del espectáculo.
El concepto de cultura: “ALTA CULTURA” v/s la “baja cultura”
El debate comenzó con la definición del concepto de cultura, el cual es amplio, diverso y su significado depende del contexto en el que se emplee la palabra. El académico Luis Rebaza-Soraluz presentó su visión de cultura, que se relaciona con una noción amplia de la misma entendida desde diferentes perspectivas, entre ellas como supervivencia, como tradición y también como una conciencia de diferencia.
Para Luis Rebaza-Soraluz la cultura siempre se ha entendido de distintas maneras y le resulta interesante acercarse al término partiendo por el concepto de “supervivencia”, que involucra formas, aparatos y comportamientos que el ser humano ha creado para poder continuar su vida, poniendo como ejemplos el concepto de cortesía y lo culinario (considerando las diversas formas de preparar la comida así como los rituales sociales establecidos alrededor de la misma); una mirada antropológica para entender la cultura con la que Vargas Llosa no concuerda. Agregó además que para él la cultura es como el amor, ya que se trata de un concepto que puede ser interpretado de diversas maneras por distintas personas, recalcando que incluso entre los integrantes de una misma familia su significado puede variar, pero que en ambos casos se parte de la base de que hay un entendimiento y una idea central a la que posteriormente se asocian criterios específicos.
De acuerdo al académico, Vargas Llosa utiliza dos términos muy interesantes de abordar, por un lado la “ALTA CULTURA” con letras mayúsculas (y la que pudiésemos entender como la valoración de ciertos productos artísticos y culturales -especialmente obras literarias, de arte y musicales), y por otro lado la “baja cultura”, con minúsculas (y donde se involucra a la cultura popular y a la cultura de masas). Además destaca que el Nobel de Literatura pone el acento en la palabra “culto” como adjetivo, lo que considera problemático porque implica solo una manera de ver la cultura, poniendo énfasis en la cultura escrita e invalidando el resto de las expresiones culturales. Luis Rebaza-Soraluz resaltó además que Vargas Llosa de alguna manera “está discutiendo un problema de hegemonías. Es decir, qué manera de cultura, o qué forma o qué tipo de práctica cultural es la que debe dominar”, y que uno de sus problemas es precisamente el defender una idea de cultura entendida como “ALTA CULTURA”.
En la misma línea, Claudio Chipana explicó que para Vargas Llosa el término “culto” se relaciona con la capacidad de decidir lo que es bello o no y que no cualquiera es capaz de establecer esa jerarquía. El problema según Chipana, es que el escritor peruano llama “inculto” al que no tiene ese bagaje. Agregó que los puntos criticables al libro de Vargas Llosa son el elitismo, el confundir la democratización de la cultura con la masificación de la misma, y el desprecio por la cultura popular. En este último punto mencionó la crítica que Vargas Llosa le hace al filósofo y crítico literario Mijaíl Bajtin, quien introduce la idea de lo carnavalesco desde una mirada sociológica, donde todo es cultura, considerando las manifestaciones del pueblo, los carnavales, las expresiones de la Edad Media y el Renacimiento, así como los movimientos de resistencia a la cultura oficial. En dicho sentido Vargas Llosa no le ve sentido a la cultura popular porque para él la “ALTA CULTURA” es la dominante.
Chipana agregó que no es casual que Vargas Llosa empiece su libro con las reflexiones de Eliot, para quien la cultura solamente está reservada para la elites y no puede democratizarse, siendo una de las causas de la banalización de la cultura su democratización. Vargas Llosa defiende ese caracter elitista argumentando que no todos tienen la capacidad de entender el arte, por ejemplo una pintura, un libro, un concierto. Sin embargo, Chipana destacó como positivo en el plantamiento del escritor peruano el poner en debate el concepto de banalización ya que efectivamente muchos de los medios de comunicación promueven lo que se ha llamado “televisión basura” y las noticias sensacionalistas, formándose una cultura demasiado elemental e inclusive en algunos casos con faltas a la ética periodística.
Público asistente
La temática del primer debate del Salón Cultural de Casalatinaomericana resultó de gran interés para el público asistente, quienes participaron activamente de la conversación.
Entre las opiniones de los asistentes se encuentran aquellas que critican la superficialidad de las ideas de Mario Vargas Llosa al no observar que la cultura es dinámica y privilegiar una mirada historiográfica de la misma. Así como su interpretación superficial de las reflexiones de Eliot al no destacar sus ideas de que la cultura depende de la economía, del medio social y de las formas de producción.
Otras de las interrogantes que se plantearon es que si en el futuro el libro La civilización del espectáculo se verá o no como un documento histórico que refleja lo que está ocurriendo en un particular momento de la historia o si será interpretado como una descripción u opinión personal de quien es considerado uno de los mejores escritores latinoamericanos contemporáneos.
Cabe destacar por último que el Salón Cultural es un proyecto de Casa Latinoamericana y su primer debate contó con el apoyo del Centre for Latin America Identity (CLI) y The European Bookshop.