Revitalización del mapudungun en Santiago de Chile, resistencia lingüística y cultural
Por Alejandra Vergara,
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El mapudungun es la lengua hablada por el pueblo mapuche en Chile y Argentina. Hoy en día es una de las lenguas indígenas de América Latina que se niega a desaparecer, a pesar del avanzado proceso de glotofagia (Calvet, 1997) en el cual ha sobrevivido durante siglos. En ambos Estados-naciones oficialmente monolingües los hablantes de mapudungun han sido estigmatizados y se les ha obligado a aprender el castellano, única lengua de escolarización. Según el atlas interactivo de lenguas amenazadas de la UNESCO, el mapudungun está clasificado en el nivel 3 de la escala de vitalidad que va de 0 a 5, en la categoría “en peligro” de desaparecer.
La enseñanza de esta “lengua minoritaria” (Blanchet, 2002), con un estatus socialmente disminuido (minorado) y puesta al margen al nivel de las prácticas (minorización), se ha planteado para sus herederos lingüísticos como un desafío social y político. De esta manera, desde hace poco más de una década se observan cursos y talleres organizados por hablantes tradicionales y jóvenes mapuche nacidos en la capital de Chile, deseosos de enseñar y de aprender el mapudungun, “el hablar de la tierra”.
La creación de estos cursos al margen de un marco institucional se inscribe en un proceso de revitalización lingüística y cultural en donde son sus propios actores quienes han planificado y decidido los ejes de su enseñanza/aprendizaje. Este proceso se inserta a su vez, en un movimiento social más extenso y antiguo de reivindicación política, territorial e identitaria, que nace a fines de la década de los 80, con el fin de las dictaduras militares en ambos países.
Las nuevas generaciones nacidas en la ciudad de Santiago de Chile han decidido aprender la lengua de sus ancestros en cursos autogestionados, organizados y dictados por hablantes tradicionales y sus asistentes, jóvenes neo-hablantes de mapudungun. Echando mano a la enseñanza de lenguas extranjeras, creando manuales de aprendizaje con diversos niveles y reforzando los lazos intergeneracionales a través de dispositivos de inmersión lingüística, los cursos de mapudungun en Santiago de Chile han ido abriendo una reflexión tan novedosa como necesaria: ¿cómo enseñar/aprender una lengua indígena hoy en día?
Es así como los cursos de mapudungun en contexto urbano para un público adulto deseoso de convertirse en neo-hablantes ofrece un campo nuevo para la didáctica de lenguas minoritarias, en un permanente continuum entre la tradición y la modernidad, la recuperación y la renovación lexical, la ruralidad del pasado y la urbanidad del presente de sus hablantes. La resistencia ancestral a través de la palabra contemporánea.
En este contexto, la transmisión familiar de la lengua es un fenómeno poco explorado en la didáctica de lenguas. Es por eso que es posible interrogar sobre las posibilidades didácticas para una enseñanza/aprendizaje en un contexto urbano para un público adulto considerando este desplazamiento de prácticas lingüísticas.
Considerando las condiciones post-coloniales en las que las lenguas indígenas han sobrevivido en América Latina, es necesario tomar en cuenta los límites de la pedagogía contemporáneas que han adoptado prácticas ligadas a lo que Wallerstein (2007) denomina el “universalismo europeo”. Este universalismo se entiende como el conjunto de doctrinas y de perspectivas éticas que se desprenden de un contexto europeo y aspiran a ser – o se presentan como – valores universales globales. Parece necesario repensar didácticas para aquellas lenguas que han sufrido siglos de discriminación y prohibiciones lingüísticas e iniciar la búsqueda de una pedagogía que cultive los valores más cercanos a sus tradiciones.
En este sentido, los programas de inmersión privilegian generalmente los enfoques comunicativos que, a través de las interacciones dan prioridad a la lengua meta. En el caso de las lenguas minoritarias, cuya transmisión familiar ha sido truncada, la inmersión lingüística permite la recuperación de un contexto de comunicación e interacción al cruce de las prácticas domésticas abandonadas y la búsqueda de una dinámica innovadora en la enseñanza de lenguas.
En este proceso, la transmisión lingüística debe estar acompañada de la transmisión del saber-hacer ancestral y para ello, cobra sentido la re-creación de actividades con fuerte carga cultural, como por ejemplo trabajar en faenas propias del campo o preparar alimentos tradicionales. Así, los internados lingüísticos en contexto rural permiten el acceso a la lengua a través de interacciones sociales y del contexto simbólico, lo cual resulta un complemento a los talleres en la ciudad principalmente dirigidos al dominio de la lectoescritura. Estos dispositivos pedagógicos urbanos y rurales participan de un permanente continuum propios a la situación mapuche actual, entre la vida en la comunidad y la vida del exilio económico y laboral en la ciudad.
La adaptación de dispositivos didácticos que permita un mejor aprendizaje del mapudungun es un proceso en el cual los actores de su revitalización trabajan activamente desde hace más de dos décadas. Sin embargo, un largo camino queda por recorrer para lograr políticas y planificaciones lingüísticas apropiadas a las realidades de las lenguas minoritarias del siglo XXI. Pero, sobre todo, leyes de protección construidas sobre la base del respeto a la multiculturalidad. Después de dos siglos de la declaración de un Estado-nación monolingüe en castellano, quizás ya sea el tiempo de progresar hacia el plurilingüismo y la representación plurinacional.
Más información:
VERGARA, Alejandra (2015). Vers une didactique des langues minoritaires ? le cas du mapudungun au Chili. Tesis doctoral Université Lumière Lyon 2.
http://theses.univ-lyon2.fr/documents/lyon2/2015/vergara_lopez_a/info