Poesías de Pepe Ramos
Pepe Ramos (Madrid 1971) ha publicado los poemarios Samsara (Crepitus, 1998), La copa rota (Línea de fuego, 1999), Cinco formas de dar pena (Crepitus, 2002) y La ansiedad del escapista (Huacanamo, 2012 – La Competencia 2014). En narrativa ha publicado los libros colectivos Sobras incompletas (Vosa, 1995), Tres pájaros (Crepitus, 2001) y #RelatosEnredados (Huacanamo 2017). Ha sido antologado en New spanish poetry (Nueva poesía española), Poemas para cruzar el desierto, Siete samurais, Agua: símbolo y memoria, Poesía para bacterias, El Tejedor en… Madrid, Polwysep w wierszu (Península en verso), Poesía en sidecar, Poesía en Los Jacintos, Esto no rima, Diez de diez, Ja! Museu y Amor: poesía amorosa contemporánea.
Ramos ha coordinado la antología de poesía madrileña Poesía Capital (Sial, 2008). Parte de su obra se ha traducido al inglés, al francés, al italiano y al polaco. Ha sido becado por la Fundación Rafael Alberti y representó a España en los primeros encuentros de Poesía Joven Europea (París 2004).
El escritor ha sido premiado en varias ocasiones, sobre todo en los años noventa. Quizá los premios más renombrados sean el Fayad Jamís de poesía 1995 de la Universidad de La Habana en la categoría del Sindicato de Estudiantes, el Jara Carrillo 1998 (máximo galardón de poesía de humor en castellano) y la Distinción Cultural del Ayuntamiento de Alcobendas en el año 2000. Su libro La ansiedad del escapista recibió la distinción cultural Medalla de las Ciencia y las Artes que otorga el gobierno francés en 2016. Otros destacables que cuenta en su haber son el de Poesía de Radio Vallekas, el de Ciencia Ficción de la Casa de la Juventud de Galapagar y el premio El Fungible de Alcobendas de narrativa en categoría local en 1992.
Pepe Ramos ha trabajado entre otras muchas cosas como redactor de prensa, profesor de talleres literarios y guionista de videojuegos. Actualmente se dedica a la implantación de nuevas tecnologías en el ámbito educativo y a la gestión cultural en el bar-librería Vergüenza Ajena y en el Centro de Estudios de Poesía de San Sebastián de los Reyes.
Tiene un blog en el que recoge algunos de sus poemas: http://peperamosonline.blogspot.com.es.
“Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño.”
Martin Luther King
Onirican Express
Tengo un sueño recurrente, un sueño profundamente arraigado en el consumismo.
Sueño cada noche que me levanto en un centro comercial diferente pero a la vez igual a sus semejantes. Sueño que empujo carritos que levitan sobre la niebla, con mostradores atendidos por ángeles, expositores que exhiben mercancías de colores nunca vistos antes. Sueño que compro -y si el sueño es muy vívido incluso hurto- kimonos azules, huevos de animales mitológicos, paracaídas… objetos que solo tienen valor para seguidores de Freud o Lacan, objetos inútiles en la vigilia.
A veces me despierto y acudo a comprar a centros comerciales que parecen diferentes pero son iguales a sus semejantes. Empujo carritos con artrosis entre mostradores atendidos por súcubos y expositores de mercancías de colores inasibles para la retina. Inevitablemente compro -porque despierto temo robar- trajes azules, huevos en oferta, paraguas, muebles levemente suecos, yogures desnatados, tiritas, fundas para las fundas y somníferos con los que sueño que me levanto en un centro comercial diferente pero a la vez igual a sus semejantes y empujo carritos que levitan sobre la niebla.
El otro
Sigo fiel a lo pactado:
relación abierta y sinceridad
sin celos ni compromiso.
Lo acepto de buen grado.
No me importa el qué dirán
ni que salgas con otros tíos
pero antes de volver a mi lado
bebe vinagre, cómete un limón
o sométete a cualquier martirio
capaz de borrar de tu cara
la sonrisa de puta satisfecha
que traes cuando le has visto.
A.D.N.
La más nociva y curiosa especie
es el homo sapiens.
Extermina
o
canoniza
con idéntica pericia.
Su casta domésticamente salvaje
le impulsa a matar.
Repta
e
intenta
a la vez despegar
y perpetuarse en un más allá.
No se cree animal
y aspira
a
ser dios
ya que humano no es.
Se reproduce por ganas de joder.
“Ya no te espero,
ya eché abajo ayer mis puertas,
las ventanas bien despiertas
al viento y al aguacero,
a la selva, al sol, al fuego…”
Silvio Rodríguez
Ausencia de ti nº 22
Es sólo una mala racha,
es sólo una mala racha,
repito mi mantra a diario
como un vulgar salvapantallas.
Suenan sirenas de silencio.
Borro tu nombre del victimario.
Sino cruel; ¿a qué has venido?
reza la letra de un tango.
Fumo mucho, bebo demasiado,
suelto tacos, protesto:
hoy me acuesto ya cansado
de cerrar los ojos y ver tu cara,
de abrirlos y no ver nada.
La copa rota
Desde el tenemosquehablar
hasta hoy
tuve tiempo para aprender
que fidelidad y felicidad
no riman,
que la misericordia
es una forma de amor.
Que el cáncer tiene más piedad
y duele menos.
Camarero, hay una emoción en mi sopa
Preservativos.
Una nacionalidad.
El cinturón de seguridad.
Gafas de sol.
Un plan de jubilación.
Cremas de protección solar.
Zapatos.
Dos apellidos.
Un más allá.
Señores pasajeros:
hacen lo correcto
al recubrir sus corazones
con varias capas de barniz.
Hacen bien al vacunarse
contra lo imprevisto.
Nos asombra su cautela;
su perfecta estrategia
contra el resbalón.
Pero si miran por las ventanillas
aún podrán ver pasar la vida.
Poeta no;
lo que pasa es que hay sinrazón,
desencuentro, coartadas, despedidas,
casualidades, miradas, tiempo,
autodefensa, rabia, fantasmas,
dolor, confusión, recaídas,
noches con doble fondo
y lo digo.