Poemas de Blanca Morel
Selección de poemas de “Pan impuro”, editorial Ruleta Rusa, 2017
RESEÑA LITERARIA
Blanca Morel, madrileña, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y máster en Literatura Comparada y Crítica Cultural por la Universitat de València. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación y productoras de televisión.
Sus poemas aparecen en la antología de poesía hispanoamericana “Madrid, una ciudad muchas voces” y en numerosas revistas literarias y publicaciones digitales como “Fábula”, “Transtierros” o “Kokoro”.
Blanca Morel ha impartido talleres independientes de poesía, coordinado eventos literarios y participado en un gran número de recitales poéticos en España y Argentina.
Sus poemarios publicados hasta la fecha son: Bóveda (Editorial Amargord), Pájaro sangre (Editorial Baile del Sol) y Pan impuro (Editorial Ruleta Rusa).
Blanca Morel es integrante del proyecto colectivo de creación poética experimental “H.” con el que ha presentado recientemente la performance y el libro objeto Hypnerotomaquia.
Actualmente colabora en las revistas digitales de literatura “Excéntrica” y “Oculta Lit” y escribe el blog de poesía “Salón oscuro”: www.blancamorel.com
HAIKU FALSO
el agua tiembla
en el estanque habita
nuestro monstruo:
el agua sucia
VARIANTE
en nuestro estanque
vadea el monstruo:
el agua sucia
EL SUEÑO DEL ARQUITECTO
la arquitectura de lo posible es efímera
las calles están quebradas
solo quedan los cimientos clavados
solo la intemperie de nuestros abismos
FUTURO IMPERFECTO
desapareceré como un perro lamiendo tu mano
detrás ya no habrá una sombra ni unos huesos
solo tú
crucificado en ti
clavado en ti
cumpliendo no sé qué destino
MAPA INMUNDO
en ese lugar en el que estás llamado Lejos
BROCHE
engarzados en un cierre sin resquicio
hoy hemos renacido
en nuestra devastación
ESTRIBILLO
¿Por qué afilas cuchillos en mitad de la noche?
CANGREJOS PODRIDOS
paso de largo ante ti
en la mesa
un viejo mezquino me ofrece comida
el alimento está listo
he de comer cangrejos podridos
y pienso
eras tú al que he visto al pasar de largo
ese extraño esqueleto de hombre subyacente
ahora debo comer el manjar caduco
viejo niño mío
sobre la mesa sucia de amor
INVITACIÓN
está puesta la mesa y no has venido
pero aún queda un instante
aún queda un instante
para preguntarnos
quién nos ha salvado
a quién condenamos
por quién debimos morir
he planchado el mejor mantel blanco
y mi copa es la Tierra
tu vino el Mundo
pero creo que tendré que comer sola
deglutir los alimentos
mirar la pared
escuchar el reloj que se adelanta
he preparado guiso de carne
esperando que vengas a comer
corazón humano
BUSCO EL DON DE LA TARDE
la colada sigue dentro mí
obstruida estoy de tantos trapos
la sábana santa de tu cuerpo
mi vestido sucio de novia
el camisón de parturienta
la tarde no cae ni avanza
la tarde
contiene algo viscoso y sagrado
un cuándo de gusano retorcido
quizá eche a volar entre las ollas grasientas
y me quede sin ropa
sin agua en el vaso
sin monedas para el pan
camine toda la calle extasiada por el don
y doble la esquina
sin desaparecer
RÍO ARMERILLO
de su cauce tomo un pequeño cofre
ronronean las flores y el recuerdo gime
mis muñecas son empuñadura
la luz samaritana cubre de purpurina esta fiesta
soy la jerarca del instante
la serpiente Eiffel emerge de mí (souvenir de un viaje inacabado)
la brisa vadea mis senos
mis pies descalzos
y se restriega abriéndose
mutilando la molicie de su transparencia
la suavidad la reparten unas manos grandes duras viriles
que supervisan máquinas ocultas
ÉL
canta
él
lo mismo repite
canta
canta canta
lo mismo canta igual que lo mismo
lo mismo sigue
antes después
repite el canto
repite tres veces más y mil de nuevo
canta pero no
no canta
su cuerpo inmenso
frota
su cuerpo de gigante
su cuerpo de inmenso dolménico absoluto
y todo ocupa el canto
y todo se repite antes y después
algún momento
en
algún instante
¿respecto a qué momento?
¿en qué instante?
no sabemos cuál
no sabremos
no sabremos nunca
calla ora
horada
calla ah ora
su silencio
canta su silencio y sigue cantando
silenciosamente
sigue silencieando la tarde que culmina
qué mudo canto
del que canta
abotona el silencio
38520 No cantos
y de nuevo
cri-cri
1000 veces después de que una naranja en el jardín caiga
su canto eleva
minúsculas naranjas que volverán a sus ramas de nuevo
canto de geometría
esferas regresando a
y manteles blancos se suceden
repite
repite una vez más
y de nuevo
porque sabe
porque siente
porque la tarde ora
sobre el cielo del ocaso
con su canto
que anhela
absolutamente
incansablemente
¡amar!